sábado, 19 de noviembre de 2016

Teatro físico (II)

Teatro físico . Siete mujeres y un varón. Una camiseta de argentina. Ocho intérpretes bancando una postura. La muestra empieza cuando el director José María Gómez Samela se acerca a sus alumnos para desarmar la postura que los mantenía quietos como estatuas. Desaparece la escena. El espacio queda vacío. Se pueden ver las maderas del piso de esta aula en la que funciona uno de los talleres del centro cultural Lacámera. La ficción comienza a construirse. Los cuerpos vuelven a poblar la escena convocados por la musica que el profesor puso desde su computadora. Aunque sólo por unos instantes, él también se unirá a la representación del taller de Teatro Físico. Después contará que la idea general es transitar el espacio como si fuera la ciudad. Emergiendo con gritos exacerbados,  con pasos acelerados o habitados por movimientos en cámara lenta.
El teatro tiene una regla. Jamás sabés con quién te vas a conectar. Por eso en esta muestra cuerpos jovenes y viejos su nutren de una simbiosis que eleva. Y, en medio de tanta mujer, no es extraño que la tragedia lorqueana aparezca. El joven de camiseta, muere.
                                                            Carlos Frías.

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